Periodista o bloguero, esa es la cuestión 

Periodista o bloguero, esa es la cuestión 

Si quieres destapar la caja de los truenos, no tienes más que lanzar la pregunta sobre la diferencia entre ser periodista o bloguero y salir corriendo. Si en la sala hay varios de cada, la polémica está servida. Pero la realidad es que, cuando se parte de la profesionalidad, la línea entre ambos es muy débil.

Tan débil es la línea que separa a periodista y bloguero que muchas veces estos últimos son contadores de historias desencantados con una profesión que no les daba ninguna oportunidad. Una salida en el oscuro túnel del periodista, del que buscan terminar con su paciencia con cada nueva oferta.

Sin embargo, también es verdad que el intrusismo en el periodismo es una lacra evidente para nuestro día a día. Creo firmemente en las personas autodidactas que se hacen a sí mismas, pero también creo que no todo el mundo vale para todo. Nunca se me ocurriría operar a corazón abierto (ni cerrado) a nadie. ¿Por qué entonces todos se permiten el lujo de jugar a transmitir noticias determinantes o no para la vida? ¿Por qué se aventuran a formar parte de un engranaje para el que otros nos hemos preparado concienzudamente?

Pensarás que no es lo mismo. Es incomparable, ¿verdad? Pues en cierta medida no lo es. Si opinas eso, formas parte de ese amplio grupo de personas que desconocen (o no valoran) el poder de la información. Un derecho constitucional al que en mi opinión, no todo el mundo es capaz de darle sentido. Sin embargo, cuando se trata de un blog la cosa, de algún modo, cambia. 

periodista o bloguero

¿Qué tiene de especial un blog?

En un blog entra en juego lo personal, la historia desde el yo, la experiencia, la capacidad de ponerte en el lugar del otro para detectar qué le puede ayudar, la poesía y la verborrea. Bueno, en realidad esto nos encanta a todos, periodista o bloguero. 

Lo que pretendo exponer es que no deben ser mundos reñidos, sino que debe haber una convivencia sana entre ambos sabiendo cuál es el lugar de cada uno. Lo que está claro es que la experiencia es un grado y el conocimiento exhaustivo de un tema te da una confianza única cuando te dispones a hablar de él.

Por eso, en muchas ocasiones se buscan en los medios, por poner un ejemplo, a economistas que sepan escribir antes que a periodistas que sepan algo de finanzas. Es triste para alguien que ama esta profesión, pero es la realidad. Y la verdad es que analizándolo con calma, lo entiendo.

Nadie puede saber de todo y la especialización es un plus. Ahí, los blogs ganan enteros. Puedes encontrar de temáticas muy diversas para resolver casi cualquier duda que se te plantee, aunque a veces te enfrentes al síndrome del folio en blanco. Pero… ¿entonces se puede comparar? En realidad no, cada uno tiene su mercado. A mí me encantan los blogs. He aprendido mucho leyendo a grandes profesionales de muchos ámbitos, especialmente del marketing, y quiero seguir haciéndolo.

buen periodista, alejandro escamilla

El poder de un post

Casi cualquier empresa que le dé importancia al mundo online acaba abriendo un blog para acercarse a los lectores amantes de su nicho. Y es que la cercanía que te da un post es incuestionable. Por eso, cuando hace pocos días leía en Twitter como un responsable de prensa no tenía claro si invitar o no a blogueros a un encuentro de prensa, medité sobre esta guerra fría, pero abierta entre ambos mundos, que en realidad son uno.

Periodista o bloguero,  esa es la cuestión. Algunos somos las dos cosas (o lo intentamos). Otros, queriendo serlo no son ninguna. La realidad es que no podemos desdeñar una nueva forma de comunicación con una capacidad infinita. Eso sí, si tengo claro es que el nivel de exigencia debe ser alto. Jugar con las palabras es un privilegio que debe ser correspondido con calidad.

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